Foro Social Mundial: un
alto en el camino
Editorial del World Rainforest Movement
- Febrero 2007
El Foro Social Mundial se reunió
en Nairobi, Kenia, del 20 al 25 de enero. Mas allá de la opinión
que cada uno pueda tener acerca de lo que allí se logró,
a nosotros nos importa destacar no tanto lo que allí se dijo
o hizo, sino su mensaje de que “otro mundo es posible”.
Dicho mensaje lleva implícito
que el actual mundo ha dejado de ser posible. En este mundo cada vez
más dominado por grandes corporaciones, los problemas sociales
y ambientales se agravan año tras año. A pesar de la invención
incesante de supuestas soluciones por parte de quienes buscan a toda
costa mantenerlo vivo, lo cierto es que en la mayoría de los
casos el remedio prueba ser peor que la enfermedad. Veamos ejemplos
de algunas de dichas “soluciones” en el área en que
se mueve el WRM:
- Frente a la pérdida de
biodiversidad, la principal “solución” es el establecimiento
de áreas protegidas, que entre otras cosas implican la expulsión
de las comunidades que allí habitan
- Frente a la deforestación,
se suman “soluciones” tales como áreas protegidas,
plantaciones de monocultivos de árboles y la certificación
de plantaciones y bosques
- Frente al cambio climático,
algunas de las “soluciones” son los sumideros de carbono
(plantaciones de árboles a gran escala), y los biocombustibles
(plantaciones de palma aceitera, soja y maíz transgénicos,
caña azucarera).
Cada una de esas “soluciones”
implica una cantidad de graves impactos sociales y ambientales, que
hemos detallado en numerosos artículos del boletín del
WRM. Su valor real es nulo y solo sirven para dar la engañosa
impresión de que todo puede ser resuelto sin tener que apelar
a los cambios profundos que se requieren urgentemente. Entre otras cosas
hacen posible:
- Que se continúe deforestando
para que las grandes empresas (madereras, mineras, petroleras, hidroeléctricas,
camaroneras) sigan haciendo sus ganancias, con la excusa de que hay
áreas protegidas para mantener la biodiversidad, que las plantaciones
alivian la presión sobre los bosques (y que están certificadas),
que las hidroeléctricas no resultan en emisiones de efecto invernadero,
etcétera.
- Que se continúen promoviendo
los monocultivos (agrícolas y forestales) y su paquete acompañante
de agrotóxicos y transgénicos para que las grandes empresas
(semilleras, químicas, biotecnológicas, papeleras) sigan
haciendo sus ganancias, con las falsas excusas de que pretenden paliar
el hambre en el mundo, o sustituir petróleo por biocombustibles,
o producir el papel que el mundo necesita.
- Que se continúe destruyendo
el clima con la continua quema de combustibles fósiles y que
no solo las empresas petroleras sigan haciendo sus ganancias, sino que
puedan entrar al negocio otras grandes empresas (del negocio del aceite
de palma, azucareras, biotecnológicas, etc.).
- Que se continúe destruyendo
la base de sustentación de millones de campesinos e indígenas
mediante la apropiación de tierras, aguas y bosques por parte
de grandes empresas (del negocio del agua, biotecnológicas, farmacéuticas,
papeleras, etc.).
Pese a su aparente fortaleza, ese
mundo ha demostrado no ser ni social ni ambientalmente viable a largo
plazo y ya está destruyendo los propios cimientos del mundo que
todos habitamos: el clima, el agua, el suelo, el aire, la biodiversidad.
Frente a ello, el mensaje del foro
es que “otro mundo es posible”. ¿Cuál mundo?
Un mundo socialmente solidario y ambientalmente respetuoso. ¿Pero
cómo será? No tenemos una respuesta, pero sí la
convicción de que es posible. ¿Cómo se llega? Quizá
las palabras del escritor Eduardo Galeano sirvan para hacernos pensar:
“La utopía está
en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino
diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá.
Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué
sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar”.
En esa caminata, el Foro Social
Mundial es apenas un alto en el camino, donde una enorme diversidad
de caminantes se detiene para intercambiar ideas entre sí. Más
allá entonces de lo que se haga en el Foro, o de lo que el Foro
pueda hacer, lo que más importa es que los caminantes vayan encontrando
los caminos para llegar a ese “otro mundo posible”.